martes, 8 de junio de 2010

¿El aprendizaje es algo absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Por supuesto que no. La posibilidad de obtener diferentes tipos de información sobre el alumno depende no sólo de las capacidades de apreciación de los profesores, sino también de las actividades que se trabajan. Recordando que evaluar es medir y valorar; a través de la medición constatamos el estado actual del objeto y a través de la valoración realizamos una comparación entre los datos obtenidos en la medición y uno determinados parámetros de referencia. Una y otra cumplen funciones diferentes en el proceso evaluador.
Por lo anterior el aprendizaje no es trivial, insisto, el aprendizaje no es un asunto sencillo de transmisión, internalización y acumulación de conocimientos, sino un proceso activo de parte del alumno en ensamblar, extender, restaurar e interpretar y, por lo tanto, de construir conocimiento desde los recursos de la experiencia y la información que recibe, en este sentido, hablando del modelo por competencias , el estudiante aprende haciendo, es decir, la actividad es fundamental.
Tomemos en cuenta que no sólo se evalúan conocimientos y habilidades, también actitudes y valores, y esto último es lo más lento. Las actitudes no son fácilmente observables.

4 comentarios:

  1. Así es Maestra, la forma en que presenta usted su escrito me parece muy resumida y muy concreta, algunas veces se dice más con menos.
    Saludos

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  2. Si fuera trivial el lograr el aprendizaje en nuestros alumnos cualquiera lo haría, verdad Nora?
    Te felicito por tu estilo tan peculiar de expresarte tan descriptivo y tan claro.

    Adelante, porque atrás espantan!!!

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  3. Gracias maestro Jorge, conocer su opinión respecto de mi trabajo me fortalece.
    Un saludo afectuoso: Nora.

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  4. Maestro Miguel, agradezco su atención, su buena vibra. Le confieso que me siento agradecida al poder contar con maestros y compañeros como usted.
    Se lo dije antes, lo repito hoy, su acompañamiento me ayuda a continuar en este camino sinuoso, en el que realizamos simultáneamente una infinidad de actividades y en el caso de la docencia no podemos fallar porque trabajamos con seres humanos, jóvenes que piensan, sienten y desean y, en etapa tan trascendental como es la adolescencia que bien vale la pena dedicarse, aplicarse y estudiar para contribuir con ellos de manera correcta.
    ¡Sabe que le aprecio!
    Nora

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